En Libia, la lucha todavía continúa en torno a la sitiada ciudad occidental de Misrata. También es fuerte cerca de la frontera de Túnez, donde la ciudad por los rebeldes de Zintan está siendo atacado por las fuerzas leales a Muamar Gadafi.
Sin embargo, un área que ha estado fuera de los titulares recientemente, está en el este -, donde las líneas de batalla son estáticos y ni los rebeldes ni las fuerzas de Gadafi puede avanzar.
En el borde occidental de Ajdabiya, a unos 25 kilómetros de distancia de la línea del frente, hay una cualidad inquietante. Los únicos vehículos a la vista son camionetas rebeldes impulsado con las armas montadas en la parte posterior. No parece haber ningún sentido de impulso en esta parte del conflicto.
A pesar de la propaganda rebelde que los combatientes de primera línea están altamente capacitados ex soldados, los hombres aquí son voluntarios de todas las clases sociales con experiencia aparentemente poco.
Ibrahim Nass, un ex taxista que es un puesto de control cerca de la dotación de la línea del frente, ha estado aquí durante seis semanas.
Pero algo fundamental ha cambiado: Él dice que los rebeldes están coordinadas con la OTAN.
La OTAN, Nass, dice, le ha dicho a los rebeldes no avanzar, por lo que ahora sus líneas están sosteniendo a las afueras de la ciudad. Él dice que la ventaja es que la nueva zona mantiene los rebeldes y civiles de seguridad. La desventaja es que un punto muerto es la solución in
Pero Nass dice que los rebeldes han conseguido el visto bueno a una nueva ofensiva hacia el pueblo de Brega en los próximos días.
Quedarse o irse?
En el principal hospital Ajdabiya, los médicos confirman que se están preparando para una nueva ronda de enfrentamientos. Ahora bien, los pasillos del hospital, que una vez fueron manchadas con sangre, son impecables y vacío.
Libia rebeldes patrullan las calles casi desiertas de la ciudad oriental de Libia Ajdabiya el 1 de mayo.
Ajdabiya se ha ganado y perdido varias veces desde que comenzó la sublevación, y el hospital tiene las cicatrices: Es salpicado de agujeros de bala. Mohammed Abdul Karim, un médico que ha estado trabajando aquí durante todo el conflicto, dice que antes de la rebelión el hospital contaba con una plantilla de 130.
Ahora, "unos siete u ocho médicos sólo en la estancia hospitalaria con nosotros aquí", dice."Yo soy de Ajdabiya, por lo que debe mantenerse."
Pero esta ciudad de primera línea es ahora una ciudad fantasma. Todo está cerrado. Los edificios tienen agujeros de proyectiles de tanque, las calles están llenas de metal retorcido de los restos de los tanques destrozados en ataques aéreos de la OTAN.
Una de las concentraciones de algunas de las personas es en la panadería, una de las pocas tiendas abiertas en la ciudad. Salah Mohammed está de pie en la fila. El jugador de 25 años de edad, se queda solo en su casa para protegerla de los saqueadores.
La situación es muy inestable, Mohammed dice, y agrega que no hay seguridad y hay escasez de todo, incluido el gas, la comida y el agua.
Casi todo el mundo ha huido a la fortaleza rebelde de Bengasi, a unas dos horas de distancia.Mohammed izquierda, también, la última vez que las tropas de Gadafi tomó la ciudad.
Él está preocupado fuerzas de Gadafi, que se encuentra a pocos kilómetros docena hacia el oeste, podría volver en cualquier momento.
Y con una posible nueva ofensiva en las obras aquí, Mohammed dice que va a huir de su casa una vez más, si la lucha se vuelve a Ajdabiya.
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