Científicos escudriñan los genomas de varios frutos para propiciar cultivos resistentes
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MÉXICO - Expertos franceses, estadounidenses, venezolanos, coreanos y brasileños secuenciaron los genes de la variedad Theobroma cacao, comúnmente conocido como Criollo. Además, un equipo internacional de científicos hizo lo mismo con la fresa silvestre, como parte de esfuerzos que propiciarán cultivos más resistentes y que ayudan a conocer información clave para una mejor nutrición y mayor bienestar de los seres humanos.
“Nuestro análisis del genoma del (cacao) Criollo ha descubierto las bases genéticas de procesos relacionados con las características de calidad más importantes del chocolate, es decir, la biosíntesis del aceite, los flavonoides y los terpenos”, explicó Sieta Maximova, de la Universidad de Penn State, al diario El País.
“También han permitido descubrir cientos de genes potencialmente relacionados con la resistencia ante los patógenos que pueden ser utilizados para acelerar el desarrollo de variedades óptimas de cacao en el futuro”, dijo Maximova.
El Theobroma cacao es utilizado para producir chocolate amargo y fue descubierto y utilizado por los mayas hace más de tres mil años.
Fresas silvestres
Por otro lado, un proyecto internacional con participación española ha secuenciado el genoma de la fresa silvestre, dotado de 34,809 genes, un logro que ayudará a comprender cualidades como el sabor, el color o el aroma.
El hallazgo ha sido publicado en el último número de la revista Nature Genetics y ha involucrado a alrededor de medio centenar de investigadores de una treintena de instituciones científicas, preferentemente de Estados Unidos, Nueva Zelanda y Europa.
Relevancia experimental
Según explicó a EFE el español Pere Arús, del centro de investigación catalán IRTA, el genoma de la fresa silvestre representa cerca de la cuarta parte del genoma de la fresa cultivable.
Su secuenciación aportará datos interesantes sobre las cualidades de este fruto y del resto de rosáceas, del que forman parte los árboles frutales de clima mediterráneo, como los perales, manzanos o melocotoneros, añadió.
El trabajo ayudará a descifrar los genes que determinan el color de la fresa silvestre, que no se conocen en su totalidad, y otras características como la época de floración y el contenido en azúcares y ácidos.
Ya se había descifrado en verano el genoma del manzano, y pronto estará secuenciado también el del melocotón, en el marco de otro macroproyecto en el que participa el IRTA, manifestó Arús.
La fresa silvestre se consume en España en cantidades pequeñas y se produce sobre todo en invernadero, frente a la cultivada, de la que España es exportadora y productora líder en Europa, con plantaciones principalmente en Huelva.
En 2007 se cultivaron 3,5 millones de toneladas de fresas en el mundo, y de ellas, 264,000 en España.
Resistencia y enfermedades
La fresas silvestres, también conocidas como salvaje, crecen prácticamente por todo el hemisferio Norte y tuvo un consumo generalizado hasta hace unos 250 años, cuando fue reemplazada por la fresa cultivada (Fragaria x annassa), que produce frutos más grandes.
Kevin Folta de la Universidad de Florida y sus colegas consideraron que la secuenciación de la fresa salvaje permitirá identificar los genes que confieren resistencia a las enfermedades, como la provocada por el hongo Verticillium dahliae, un patógeno del suelo que marchita las fresas cultivadas y otras plantas.
"Es importante secuenciar el genoma de la fresa salvaje porque esta planta está estrechamente relacionada con varios otros productos agrícolas que consumimos, como manzanas, melocotones, peras y frambuesas, así como con las rosas", explicó al diario El País Dan Sargent, científico del Consejo de Investigación en Biotecnología y Ciencias Biológicas de Inglaterra.
Fuente: El Nuevo Día
Por Yashira Laboy
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