Durante la noche del domingo y la madrugada del lunes los bomberos israelíes lograron controlar el incendio de varios días que llevó a la muerte a 42 personas.
La lluvia que comenzó a caer esta madrugada ayudó a terminar con el incendio que paralizó al país y puso al descubierto una grave situación del sistema para lidiar con este tipo de catástrofes.
El Contralor del Estado Misha Lindenstrauss comenzó a armar un informe que dará a conocer en pocos días en los que listará las fallas del estado respecto a la seguridad de los ciudadanos respecto a este hecho.
El Contralor revisará las recomendaciones ya realizadas tras la Segunda Guerra del Líbano en las que se ordenó llevar a cabo cambios en el sistema para evitar que otras catástrofes como la ocurrida ocurran nuevamente.
El funcionario más atacado, el Ministro del Interior Eli Ishai volvió a responder a sus críticos y dijo que es perseguido porque es “jaredí y sefaradí”, uno de los habituales slogans utilizados por el partido Shas a donde pertenece.
Los costos de esta tragedia podrían llegar a unos 300 millones de shekels (85 millones de dólares), y el Estado se comprometió a pagar todos los gastos incurridos que no serán cubiertos por las compañías de seguro. Unas 250 viviendas quedaron destruidas o inutilizables según el primer informe.
Ayer el Primer Ministro Netanyahu dijo que hará todo lo posible y acelerar los trámites burocráticos para que las víctimas del incendio reciban lo merecido.
Fuente: El Reloj.com
Por Yashira Laboy
Para Noticias Velad


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